domingo, 27 de noviembre de 2011

Flores silvestres para equilibrar las emociones

Casa del Dr. Bach
Precioso, ¿verdad? No es de extrañar que en esta bucólica casa inglesa al Dr. Edward Bach se le ocurriera utilizar las flores silvestres de su jardín para crear remedios que equilibrasen los estados de ánimo de las personas. Aquí nacieron las Flores de Bach y hemos querido acercarnos a ellas para sabe un poco más sobre estos remedios hoy tan de moda. Porque, aunque no lo parezca, tienen mucho que ver con la belleza, ya que estar bien con un@ mism@ es importante a la hora de cuidarse y sentirse hermos@.

Las Flores de Bach se han convertido en un remedio usual en los últimos años, especialmente para tratar estados de ánimo como la soledad, el estrés o la depresión, tanto en adultos como en niños e incluso en animales. Creadas por el Dr. Edward Bach, médico que pasó de la cirugía a la bacteriología y después a la homeopatía, la idea en que basa su formulación es que para curarse y alcanzar el equilibrio es importante conocerse uno mismo.
Jardín de la Fundación Bach
Hay que tener en cuenta que las Flores de Bach no se consideran una especialidad médica, a diferencia de la homeopatía o la acupuntura. En este sentido, y en contra de lo que se afirma popularmente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) no las reconoce oficialmente como tal. Tampoco se han realizado estudios médicos amplios sobre sus efectos en las personas. Según sus defensores, la razón es que los remedios deben seleccionarse según cada persona, por lo que no pueden realizarse estudios generalizados: “Hay 38 remedios clasificados en ocho grupos, lo que da casi 300 millones de combinaciones que hace imposible hacer un estudio científico”, explica Stefan Ball, director de formación de la Fundación Bach.
Qué son
Las denominadas Flores de Bach son 38 preparados elaborados con esencias de plantas y flores silvestres para afrontar estados emocionales. La base de estos remedios es la idea de que la salud depende del estado emocional en que se encuentren las personas con lo que, según sus seguidores, influyendo sobre el estado emocional y equilibrándolo puede curarse la enfermedad.
Esto llevó al Dr. Bach a elaborar un sistema sencillo para crear remedios a través de las plantas silvestres, con la idea de que cualquier persona pudiera crear sus propios remedios en casa. En los años 30 estableció un centro de trabajo en una casa en Mount Vernon (Oxfordshire, Inglaterra) con un pequeño jardín donde todavía hoy crecen de forma silvestre sus flores y se preparan las esencias.
Son, pues, remedios naturales para gestionar mejor las emociones que sentimos a diario, como el miedo, la falta de confianza, la incertidumbre, el desánimo… Según explica Raquel Leffman, homeópata y practitien de Flores de Bach (término con el que se denomina a quienes disponen de una formación para prescribir estos remedios), “las Flores de Bach sirven para dar un poco de luz en la vida. Para cuando hay un poco de depresión, cuando no se tiene confianza en sí mismo en el trabajo, en momentos de estrés. Su acción es más lenta que la de la homeopatía, pero las personas están más contentas con sus resultados que con los de la homeopatía”.
Rescue Remedy Bach
Por su parte, la Dra. Lluisa Bertrán, médico psiquiatra, afirma que las Flores de Bach “tenían un sentido en un momento histórico determinado”, a principios del pasado siglo XX, en el que la gente mayoritariamente vivía en el campo, hacía largas caminatas para ir a trabajar o a cualquier otro sitio, las relaciones personales no eran muy amplias, y “se tenía mucho tiempo para pensar y, por tanto, para escucharse uno mismo”. Hoy, en una sociedad en que la rapidez y la eficacia inmediata es lo que prima, se suele recurrir a la medicina moderna (también llamada tradicional o alopática) ya que sus remedios ”provocan efectos probados científicamente y de forma más rápida”, concluye Bertrán.
Remedio anti-crisis
Formulado hace 70 años por el Dr. Bach, el “Remedio Rescate” es un preparado que combina cinco flores de Bach creado para situaciones de crisis o emergencias, como las que vivimos cada día: tensiones en el trabajo, exámenes, viajar, discusiones, un atasco…


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