viernes, 26 de agosto de 2011

Humectación: el secreto del pelo perfecto

 


Durante el invierno, nuestra gran preocupación es cuidar la piel. Sin embargo, nos olvidamos que debajo del pelo también hay piel y es muy importante nutrir el cuero cabelludo para que nuestro pelo se vea divino, humectado y hermoso desde la raíz. Consejos de un experto para lograrlo.
Así como sucede con nuestra piel, en invierno el cuero cabelludo se reseca. Y cuidarlo se vuelve algo fundamental y necesario para que se vea sano y brillante. Consultamos a Miguel Ángel Cisterna, tricólogo diplomado y asesor de Head & Shoulders, y él nos explica cómo cuidarnos desde la raíz.

Debajo del pelo también hay piel

"Tanto el cuero cabelludo como el pelo son parte de la piel. Todo se forma en conjunto desde la gestación y, si bien el aspecto del pelo es diferente al del resto de la piel, es necesario saber que se trata de una extensión y necesita la misma calidad de protección", explica Cisterna.

El cuero cabelludo -a diferencia del resto de la piel-, no se puede ver y muchas veces es desatendido por este motivo. Sin embargo, hay que recordar que en el cuero cabelludo está insertado el pelo, lugar en el cual nace, se nutre y crece.

Por eso:
-Si la fibra capilar (el pelo) está saludable, el cuero cabelludo también debería estarlo.
-Sin embargo, muchas veces cuando la fibra se ve débil (quebradiza, opaca, reseca), muy probablemente es porque el cuero cabelludo no se encuentre ni en óptimas condiciones ni debidamente cuidado. ¡Hay que atenderlo!


El invierno y sus efectos: los cambios de temperatura
"El cuero cabelludo como parte de la piel tiene una expresión de acuerdo al clima y al medio ambiente. En invierno, el cuero cabelludo tiende a tener estímulos muy encontrados, sobre todo en las grandes ciudades debido a que hay variación muy drástica entre la temperatura del exterior, la de los hogares y las oficinas. Debido a estas variaciones, la piel no recibe un mensaje claro y como consecuencia, es común que en esta época surjan desequilibrios por cambios bruscos de temperatura. Lo mismo sucede con el cuero cabelludo, ya que esos cambios bruscos no le permiten equilibrar sus respuestas a los estímulos produciendo, por ejemplo, resequedad", dice el profesional. Esta se replica en el pelo lesionándolo y, en consecuencia, se verá con:

-Puntas florecidas: porque las cutículas se tienden a abrir.

-Pérdida de brillo: al estar resquebrajada la cutícula, el pelo pierde su brillo porque la luz no se puede reflejar.

-Mayor frizz: por la fricción que genera las cutículas resquebrajadas el pelo tendrá mayor estática.


Humectación: la solución en invierno

Ante la resequedad, lo recomendable para el cuero cabelludo y el pelo es elegir productos que no alteren sus propiedades naturales. Por ejemplo, lo shampúes y acondicionadores con aceite de almendras son ideales ya que poseen un gran poder humectante e hidratante. Sus propiedades permiten regenerar el equilibrio natural del cuero cabelludo. Además, sin producir raspado ni irritación, contribuyen con la formación de una capa protectora y restauran el brillo del pelo.


Consejos de experto

Primero, hay algo fundamental: conocé la realidad de tu pelo. "La realidad del pelo se determina en función de la observación en el cuero cabelludo y en la fibra capilar. Para determinar los cuidados, tanto del pelo como del cuero cabelludo, hay que conocerlos. Y para ello, hay que analizar los estímulos que reciben y los cuidados que se les da", agrega Cisterna, y nos deja estos consejos.

Tips:

-Protegé al cuero cabelludo y al pelo de los cambios bruscos de temperatura ambiental.

-No los sobre-estimules con calor excesivo. Es decir, no abuses de ningún estímulo que se vuelva perjudicial, tanto en el cuero cabelludo, como en la fibra capilar: prestá especial atención a la planchita, el secador y la buclera.

-Disminuí la frecuencia de métodos mecánicos de tracción sobre el pelo como el brushing.

-Cuidate de los procesos químicos. Recordá que todos los procesos químicos que se le hagan al pelo (alisados, permanentes y tinturas) pueden dañar el cuero cabelludo y la fibra capilar.

-Usá un sistema de Shampoo y Acondicionador. En todo sistema, el shampoo provee la limpieza, pero al momento del enjuague gran parte de sus propiedades se van con el agua.

-Cuidá la alimentación y realizá actividad física. Ambas se reflejan en la salud general del organismo y, por ende, del pelo.



Asesoró: Miguel Cisterna, tricólogo diplomado, director de CABELLO y SALUD y del Centro Argentino del Diagnóstico Capilar. El profesional recomienda el uso de shampoo y acondicionador Head & Shoulders.

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